Hola, ¿por qué no serigrafiamos?
Hola Por Qué son Ana y Vicius, artistas, investigadores e impulsores de la serigrafía en Madrid durante años. Nos cuentan cómo empezaron, qué es la serigrafía para ellos y sus últimos proyectos.
¿Cómo surge el proyecto Hola Por Qué?
Vicius: Empezamos como Hola Por Qué hace trece años. Pero nos conocimos antes, mientras estudiábamos en Salamanca. Yo estaba matriculado en Bellas Artes pero no aprendí nada de serigrafía en la carrera, me formé trabajando en casa.
Ana: Él es muy autodidacta pero a mí me encanta ir a clase, sería eterna estudiante. Somos contrarios en todo, en general. La serigrafía estaba un poco denostada en las facultades de Bellas Artes, frente al grabado y otras técnicas. Vicius comenzó a hacer de manera autodidacta sus camisetas y repartía “camisetálogos”, así nos conocimos. Cuando terminamos de estudiar, nos mudamos a Madrid. Comenzamos a estampar de forma primitiva e inocente y enseguida nos lanzamos a la calle, al Rastro, para vender nuestras camisetas, aunque eran un poco “frikis” para ese entorno: nos pedían camisetas del Ché y del Real Madrid.
V: Hacíamos nuestros propios diseños y no teníamos ningún tipo de visión comercial.
A: Para nosotros era como si estuviéramos exponiendo nuestra obra, fue una manera de conocer a gente interesante, introducirnos en la ciudad y en cierta escena artística.
¿De dónde viene vuestro original nombre?
V: Viene de un cuadro que pinté cuando estudiaba Bellas Artes para la asignatura de pintura, el profesor nos pedía que pintásemos como Velázquez. Yo hice un cuadro realista pero no era estilo Velázquez. El cuadro era feo, sí. Uno de los personajes tenía un bocadillo de cómic donde se leía “Hola” y otro personaje le contestaba en otro bocadillo “Por qué”, esto se me ocurrió para restarle seriedad al cuadro. Me quedó esa asignatura para septiembre. Cuando tuvimos el primer local en Malasaña, buscamos un nombre para poner en el portero automático. Y nos acordamos de ese cuadro.
Hola Por Qué comenzó serigrafiando camisetas y ahora tenéis un taller de estampación, ¿cómo fue esta evolución? ¿Retomaréis las camisetas o nunca las habéis dejado de lado?
V: No fue una evolución premeditada. Cuando todo empezó, en el Rastro, no teníamos pretensión de tener un taller, ni siquiera de vivir de esto, era por diversión. Pero fue precisamente en el Rastro donde la gente empezó a decirnos que tenían dibujos y que si podíamos serigrafiar sus diseños. En esa época Greenpeace contactó con nosotros y comenzamos a colaborar con ellos.
A: Seguimos haciendo lo que nos gusta en cada momento. Entonces las camisetas eran un soporte genial para decirle al mundo lo que pensábamos. Después hemos evolucionado naturalmente y hemos encontrado otros soportes que nos han interesado, como la cerámica, los textiles de grandes dimensiones… Quizás soportes más propios del hogar porque estamos en otra etapa y pasamos más tiempo en casa. Sin embargo, aunque hemos dejado las camisetas en un segundo plano, ahora nos está apeteciendo retomarlas y hacer algo nuevo.
Hace tiempo realizabais canciones y videoclips pero hace mucho que no publicáis ninguno.
V: Las primeras piezas que hacíamos iban con una canción y un videoclip, chapas, etc. El soporte principal era la camiseta, pero la colección la pensábamos como un proyecto global y la enriquecíamos con todas las técnicas que teníamos a mano.
A: Necesitábamos un poco más de orden, al principio creábamos “a cholón” y ahora tratamos de organizarnos mejor. Ahora la parte musical la desarrolla sobre todo Vicius con su proyecto musical Sistema de Monos y yo también tengo otras marcas paralelas.
Vuestra técnica principal es la serigrafía, ¿por qué la elegisteis y qué os aporta?
V: Las primeras camisetas que realicé las dibujé a mano, con un pincel. Un compañero de clase me descubrió la serigrafía y me di cuenta de que, en vez de tardar una semana en hacerme una camiseta, podía tardar sólo un día con esta técnica. Si tienes muchas ideas, lo que quieres es poder llevarlas a cabo de una manera rápida, para poder realizar la siguiente: la serigrafía da esa rapidez.
A: La serigrafía es una técnica de producción asequible. Al principio, la practicábamos de manera bastante rudimentaria pero satisfacía nuestros deseos de producir nuestras propias camisetas, vestirlas, tocarlas… Motiva mucho. Lo bueno de la serigrafía es que, en comparación con otras técnicas, con muy pocos conocimientos ya puedes crear y, posteriormente, puedes profundizar en ella y producir cosas muchísimo más complejas.
Ofrecéis varios cursos para aprender serigrafía, ¿es necesario tener algún tipo de conocimiento previo para serigrafiar?
A: Es muy accesible para todo el mundo, no necesitas tener unas habilidades especiales ni unos conocimientos previos, sólo tener ganas de aprender. Además, si te enseñan, evitas una fase un poco desalentadora de ensayo-error. Por los talleres han pasado unas 500 personas y muchas de ellas siguen utilizando la serigrafía en proyectos personales.
Trabajáis la serigrafía en diferentes soportes además del papel, como en textiles y cerámica ¿barajáis algún soporte más? ¿Y otra técnica?
A: De momento nos quedamos con la serigrafía. Trabajamos sobre diferentes soportes: textil, cerámica y porcelana, vidrio y cristal; hemos trabajado sobre pared o puertas directamente, plástico y cd’s. Llevamos un tiempo trabajando en gran formato, realizando estampados en textiles y papeles continuos. De hecho, tenemos el proyecto “El Presente Perfecto” que está centrado en los diseños para estampados continuos, realizados de forma manual. También diseñamos por encargo, aunque funcionamos mucho con nuestra creatividad, tenemos formación en diseño y el diseño siempre está en función de algo o alguien. También es un reto ofrecer soluciones a otras necesidades que no son las nuestras.
¿Cuáles son vuestras inspiraciones artísticas?
V: Nuestras inspiraciones vienen de todas partes, estamos en el mundo. A mí me inspira mucho la música. No te podría decir nombres sino situaciones o personas con las que me cruzo.
A: Yo sí tengo influencias más artísticas, si ves la obra de una persona y te gusta es algo que queda ahí, pero, por supuesto, también levantarte y salir a la calle. Incluso el taller, es nuestro hábitat y aquí nacen muchas inspiraciones. Por ejemplo, para mí la inspiración de “El Presente Perfecto” viene de este entorno, porque me anima a crear a partir de lo que ya dominamos. La técnica en sí misma es una inspiración.
Esta es vuestra segunda base física, antes tuvisteis un local en Malasaña, ¿cómo termináis en metro Oporto?
V: El local de Malasaña surgió a través del Rastro, la gente nos empezó a preguntar que si entresemana vendíamos en algún sitio. Las camisetas las hacíamos en casa, en el suelo, sin máquina ni nada. Ana conoció a una persona que tenía un espacio –que no un local- en Malasaña y pensamos que era un buen sitio donde vender las camisetas durante la semana_. _Después, compramos una maquina de segunda mano que metimos en casa, pero ocupaba mucho sitio, así que decidimos que teníamos que buscar un local más grande que el de Malasaña. Encontramos uno en Marqués de Vadillo y estuvimos allí tres años. Finalmente hemos terminado en este de Oporto.
A: Este espacio ha sido definitivo para nosotros, igual que lo fue salir a la calle al principio para ver la reacción de la gente y avanzar. Este local al ser tan bonito y luminoso nos ha impulsado a convocar cursos, nos ha comprometido y nos ha dado la oportunidad de hacer cosas nuevas. Hemos logrado un nivel técnico bastante alto y seguimos queriendo avanzar.
¿Cómo es un día cualquiera en el taller?
A: Es diferente, dependiendo de cada uno de nosotros. Tenemos que atender a la gente que tiene encargos, preparar la parte típica de un trabajo: clientes, proveedores, mails, redes sociales… Atender la parte del taller: preparar pantallas, estampados – la estampación se prepara por la mañana y se realiza por la tarde – y, mientras, hay muchas cosas que hacer: retocar las imágenes para que sean serigrafiables, fotos del proceso, subir los trabajos acabados a la web… Repartimos tareas y se va haciendo todo poco a poco, porque el trabajo manual lleva mucho tiempo.
¿Qué tipo de personas requieren de vuestros servicios?
A: Hay gente que está muy relacionada con el diseño y la ilustración más que personas del arte contemporáneo, que también hemos hecho algunas cosas. Pero sobre todo diseñadores gráficos, diseñadores de moda, muchos emprendedores que comienzan con sus primeros diseños, el mundo del ecologismo también, ONG’s, asociaciones, empresas que necesitan estampados de calidad, estudios de diseño y agencias de publicidad.
¿Algún encargo que recordéis por ser especialmente original o difícil?
V: Recuerdo un trabajo reciente que fue una locura, aunque técnicamente se resolvió bien. La idea fue de Tres Tipos Gráficos y consistía en serigrafiar una torre de hojas de papel formato A2, de un metro y medio. Había que serigrafiar los cantos, los lados de la torre de hojas. Se tenía que hacer un lado, mover los papeles para estampar el otro; sólo se podían mover de montón en montón y sólo se podían colocar horizontalmente, con una ligera inclinación; cada cara tenía una imagen diferente, además. Esa torre se puso en medio de la expo que hizo Jorge Fuembuena este verano en Alcobendas. Por otra parte, la estampación en cristal ha sido otro de los grandes retos últimamente, porque nos ha llevado mucho tiempo de experimentación.
¿Próximos proyectos?
V: Tenemos un proyecto entre manos para camisetas del cual no podemos desvelar nada…
A: Como taller, seguir avanzando con la técnica, quizás mezclar con otras técnicas de estampación, experimentar con el gran formato y con otros tejidos como la seda, un tejido precioso pero muy complicado.
Vamos a hacer propuestas nuevas de talleres para que la gente siga aprendiendo y pueda venir a practicar aquí. Cuando nosotros empezamos la serigrafía apenas se conocía. Ahora es mucho más popular y eso hace que nuestro trabajo se aprecie más.