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La librería Berkana, especializada en temática LGTBQ, ha tenido que recurrir a un crowdfunding para no echar el cierre definitivo. ¿Cuál es la situación de las librerías independientes y cómo hacen frente a grandes superficies y multinacionales?
Recientemente, Mili y Mar, de Berkana, la primera librería especializada en temática LGTBQ de España, se han visto obligadas a hacer un llamamiento para recaudar dinero que les ayude a pagar el alquiler del local. La respuesta ha sido apabullante. El día que se publica este artículo, y solo 20 días después de que se creara la campaña de micromecenazgo, han recaudado más de 13.600 de los 15.000€ necesarios para que Berkana pueda seguir con vida.
Berkana abrió en Chueca en 1993. Además de ofrecer un amplio catálogo de libros que no es fácil encontrar en otros lugares, la librería se ha convertido es un lugar seguro y de referencia, información y encuentro para la comunidad LGTBQ de Madrid y de provincias. Porque esa es otra cosa que ofrecen las librerías: refugio, consejo y conversación. Por desgracia, lo de Berkana no es un caso aislado; son muchas las librerías que están amenazadas por el cambio de hábitos de consumo, la crisis, la gentrificación y la consiguiente subida de los alquileres.
El cierre de librerías supone la muerte de muchas cosas. Como no quiero decirlo yo todo, les he preguntado a Alberto Rodríguez y a Gonzalo Izquierdo, de la editorial madrileña Dos Bigotes, lo que significa Berkana para ellos, como lectores y como editorial. Esto es lo que me han respondido: "Atravesar la puerta de Berkana supuso, cuando éramos muy jóvenes, uno de los primeros pasos que dimos en la búsqueda de referentes culturales que nos ayudasen a forjar nuestra identidad. De sus estanterías nos llevamos novelas como 'El corredor de fondo' o 'La habitación de Giovanni', libros que nos ayudaron a entender que no éramos tan diferentes, que no estábamos solos.
Es cierto que la sociedad española ha cambiado mucho en veinte años, que hemos logrado grandes avances tanto en la equiparación de derechos como en la visibilidad del colectivo LGTBI, pero todavía sigue siendo necesaria la existencia de un espacio donde podamos encontrar todos esos libros que nos ayudan a entender quiénes somos, de dónde venimos… y adónde vamos.
Para nosotros, como editorial especializada, resulta imprescindible que una librería como Berkana siga en pie. Primero, porque es un escaparate ideal para que nuestros libros sean accesibles, y también porque promueve la vitalidad de la cultura LGTBI. Sería un mal síntoma que Berkana se viese obligada a cerrar sus puertas, ya que, a fin de cuentas, todos luchamos por un objetivo común: la visibilidad del colectivo en toda su diversidad".
Ante la situación a la que se ha tenido que enfrentar Berkana, me pregunto: ¿cómo podemos apoyar a las librerías independientes? Y yo misma me respondo: comprando libros. Y también participando en las iniciativas que promueven las librerías de nuestros barrios: charlas, presentaciones de libros, clubes de lectura, exposiciones, conciertos, etc. La oferta es infinita.
En España, a diferencia de otros países como el Reino Unido, hay una ley que garantiza el precio fijo de los libros. Es decir, que comprar un libro en una gran superficie nos cuesta lo mismo que hacerlo en la librería de la esquina. Así, tomar una decisión consciente sobre a quién le damos nuestro dinero no solo no nos descuadrará las cuentas, sino que contribuirá a que las librerías pequeñas puedan seguir desempeñando su labor.
Ana S. Pareja, editora en Alpha Decay y desde hace unos años también encargada de la librería Bartleby & Co., una librería literaria española en Berlín, nos alerta de los peligros de comprar en Amazon o en grandes superficies: "Creo que a estas alturas todos pensamos que no es necesario explicar por qué la pervivencia de las librerías independientes o las librerías de barrio es importante. Quizá nos estemos equivocando y no tantas personas entiendan que comprar libros en Amazon o en grandes cadenas es una decisión nefasta y de una gran irresponsabilidad. Creo que ayudaría mucho que se hicieran más campañas explicando a la población cómo afecta al ecosistema de su barrio y de su entorno tomar este tipo de decisiones. El antídoto más simple para ayudar a estos pequeños negocios a medrar y a afianzarse sería sencillamente que la gente fuera exclusivamente a ese tipo de librerías a comprar libros. Pero primero hay que explicar muy bien a la gente por qué es importante ir a comprar a estos pequeños negocios antes que a las grandes estructuras. Aunque a la gente del sector nos parezca de perogrullo, muchísimas personas no tienen ni idea de qué es Amazon, qué implicaciones tiene comprar libros allí, etc. Si cada librería de barrio, dentro de sus posibilidades, hiciera campañas periódicas para informar a las personas de su entorno sobre estos asuntos, ganaríamos todos mucho. Es algo que yo he empezado a hacer en mi librería y que invito a otros libreros a hacer activamente".
En el caso particular de Berkana, la gente que prefiere a Amazon o las grandes superficies por temas de comodidad tampoco tiene excusa: Berkana abre todos los días de la semana, y ofrece la posibilidad de hacer pedidos en su tienda online con servicio de entrega en 24 horas. Muchas otras librerías independientes de la capital, de Panta Rhei a la Rafael Alberti, pasando por Tipos Infames o Traficantes de Sueños, también ofrecen este servicio, por lo que encargar libros desde el sofá y recibirlos sin movernos de él no es patrimonio exclusivo de multinacionales.
En 2014, el grupo Contexto (Libros del Asteroide, Impedimenta, Nórdica Libros, Periférica, Sexto Piso), publicó un mapa de las 122 librerías de Madrid. Por suerte, la mayoría no se llaman El Corte Inglés. Y de todos nosotros depende que siga siendo así.