Performance feminista en Madrid
Un repaso por la escena de la performance en nuestra ciudad, a través del trabajo de artistas y colectivos performers feministas.
El arte no se inscribe exclusivamente en el marco de la pintura, la escultura o la fotografía (que es en lo que cualquiera pensaríamos en un primer momento). El arte, desde la década de los sesenta, comienza a expandir sus límites hacia el cuerpo, ese que los y las artistas tenían a mano, siempre cerca, y que pasa de convertirse en herramienta a ser soporte.
Es el inicio de la performance o el arte de acción, donde el cuerpo se convierte en protagonista y toma la palabra en la obra. No es casualidad la época en que la performance se generaliza: las revueltas sociales y las manifestaciones en las calles contribuyeron a que el cuerpo se convirtiera en “el campo de batalla”, y los artistas pasaran su mirada del lienzo a la piel.
En este artículo intentaremos acercarnos un poco más a la performance en España, y en especial en Madrid, su presente, quiénes están ahora trabajando en este medio y dónde podemos vivir en primera persona la experiencia del arte de acción.
La performance tiene una tradición muy particular en el caso español; su surgimiento, en paralelo a otros modos que se estaban dando en contextos como el anglosajón, tiene en nuestro país una cercanía mayor a prácticas como Fluxus, el conceptual e incluso la música, generando acciones diferenciadas, con una idiosincrasia propia.
No podemos hablar propiamente de performance contemporánea en España hasta los sesenta, en torno a mediados de la década, cuando grupos como ZAJ comienzan a desarrollar sus acciones, así como otros artistas conceptuales. Lo cierto es que la performance nacional ha ido desarrollándose en paralelo a los movimientos artísticos, siempre en relación con ellos, pero permitiendo que muchas artistas desarrollasen otros trabajos a la vez que realizaban performance.
Si nos centramos en Madrid, la ciudad ha sido escenario para exposiciones, muestras, acciones y festivales de performance desde hace décadas. En 2009, por ejemplo, el encuentro "El Arte es Acción", dirigido por José Jiménez en el Teatro Valle Inclán (Centro Dramático Nacional), reunió a performers nacionales e internacionales de la talla de Cuco Suárez, Marcel·li Antúñez, Annie Sprinkle, Guillermo Gómez-Peña & Roberto Sifuentes, Tania Bruguera, o Ron Athey; entre otros.
19 ediciones lleva ya Abierto de Acción, también surgido en 2009, y que continúa celebrando festivales, formación y encuentros en torno a la performance. Han participado artistas como Nieves Correa, Los Torreznos, Eduardo Hurtado o Abel Loureda, entre otros.
Y si quieres seguir la performance más actual, no te pierdas la cita más próxima: desde el 2 de noviembre se celebra una nueva edición de Acción!MAD, la cita más veterana de las que relatamos aquí. Desde 2003 celebran esta cita anual que muestra acciones y performance pero también incluye cursos, talleres, mesas redondas, presentaciones teóricas, charlas, conferencias y exposiciones. Performers como Félix Fernández, Rubén Barroso o Elisa Miravalles han pasado por "Acción!MAD".
Romper esa hegemonía del mercado de arte, próximo a comprar objetos más que experiencias, es uno de los objetivos con los que nació la primera galería de performance en Madrid, La Juan Gallery, en pleno barrio de Lavapiés, capitaneada por Juan Gómez Alemán y Álex de la Croix. Actividades constantes, convocatorias y performance para disfrutar desde dentro de la sala o desde la gran cristalera que se abre a la calle Juanelo.
Lo mismo podríamos decir de S.A.D., a pocos pasos de La Juan Gallery, un espacio que busca “establecer nuevas relaciones, colaboraciones y diálogos con el tejido cultural de la ciudad de forma subversiva, lúdica, no-jerárquica y transversal”. Zony Gómez y Raisa Maudit son la esencia de S.A.D. Maudit, además, es una de las artistas de performance más destacadas del panorama actual. Pudimos ver su trabajo en Swinton & Grant en enero de este 2016, mostrando un amplio corpus productivo en torno a ideas como femineidad y la construcción estereotipada de esta. Y es que Maudit lleva trabajando bastante tiempo en torno a las relaciones de poder y género que se establecen en las sociedades modernas. En la exposición “Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo”, comisariada por David G. Torres y que pudimos ver en el CA2M, se mostraba una de sus performances en vídeo, “FART. Global Art Fair”, donde Maudit se convierte en una artista de éxito para el mercado y hace, con una punzante ironía, una crítica al sistema del arte y su funcionamiento.
Otras acciones suyas han partido también de dos cuestiones que Maudit reconoce que le fascinan: el feminismo y el punk. Así, la artista ha hecho acciones en vivo con público en salas como la de Arte Joven de la Comunidad de Madrid con el título “Twerking para la revolución. A las barricadas, papi”, rememorando esa máxima de Emma Goldman de que si no es posible que las mujeres bailen, entonces esa no era su revolución.
Maudit defiende esa reapropiación y resignificación de los cuerpos a través de performances que nos conecten con aquello que deseamos, obviando los filtros patriarcales y capitalistas que han inscrito sus normas en los cuerpos.
En “Lectura y adoctrinamiento” relee “El varón domado” de Esther Vilar, un libro antifeminista. Maudit lo hace en clave de humor ácido, jugando a roles de dominación física pero también de adoctrinamiento ideológico, criticando cómo un texto puede seguir transmitiendo relaciones de poder patriarcales.
El colectivo Toxic Lesbian lleva más de diez años trabajando en performance y mostrando sus acciones en vídeo, así como videocreaciones y archivos de sus obras. “Toxic Lesbian surge en 2005 y produce proyectos desde perspectiva de género y de orientación sexual en el ámbito del arte público, la videocreación animada y la investigación”, se definen en su web. Sus obras tienen licencia Copyleft pensando en la viralidad de internet y el ciberfeminismo.
Los intereses de este colectivo han ido variando, abordando cuestiones como la construcción de la masculinidad/feminidad, la violencia o nuevos modelos familiares. Su activa presencia en redes ha conseguido situar a Toxic Lesbian como un referente de difusión de las prácticas artísticas disidentes y de género.
Sus colaboraciones han pasado por universidades e instituciones más académicas, hasta espacios autogestionados y representativos del contexto cultural y social, propios del movimiento asociativo.
En sus obras, disponibles en su canal de Youtube y Vimeo, implican a la sociedad civil para expresar la vivencia de sus cuerpos, identidades y sexualidades, en un intento por aportar una visualidad que contribuya a una sociedad diversa.
En sus “Cápsulas Visua-Les”, por ejemplo, llevaron a cabo acciones rápidas en distintas paradas del metro de Madrid para reivindicar la visibilidad de las lesbianas. Transformaron nombres de paradas como Artilleros en "Tortilleras", o Tetuán en "Teta".
Fue Toxic Lesbian quien empapeló (literalmente) el Área Militar de Cuatro Vientos, concretamente las ruinas de cuarteles antiguos, con grandes retratos sobre papel de “Tomboys, Marimachas, Trans, Bedesemeras” (así se llamó también el proyecto) el día de las Fuerzas Armadas.
En Madrid pudimos ver a Toxic Lesbian hace muy poco, a finales de septiembre, con su proyecto “Cultura Tomboys, Marimachas, Trans, Bedesemera” en Matadero y próximamente estarán en una de las sesiones de “PERO...¿QUÉ ES QUEER?” un nuevo curso dentro de la Universidad Popular del CA2M.
Son de las pioneras en cuestionar temas como el género y su construcción visual (a través de piezas que se basan en relecturas de grandes películas, como por ejemplo, Apocalypse Now o personajes como James Dean) pero también por ser de las primeras en presentarse como dúo artístico que se mezcla y confunde. ¿Quién es Ana y quién Helena? ¿Importa? Al parecer sí, o al menos sí cuando comenzaron sus primeras obras en los noventa, ya que en la mayor parte de convocatorias y premios sólo podían hacerlo de manera individual.
Cabello/Carceller han sido unas de las artistas españolas que representaron a España en la Bienal de Venecia de 2015, y podemos ver sus nuevos trabajos en el IVAM en Valencia y más cerca, en el CA2M de Madrid.
Hace unos meses pudimos disfrutar de un concierto de rap filosófico en su galería, Elba Benítez; en esta performance, seleccionaron cuatro textos de cuatro autores preocupados por cómo el poder institucional utiliza la violencia en el control de los comportamientos humanos. A través de los ensayos de estos teóricos realizaron un rápido viaje desde los años setenta hasta la actualidad. “Rapear Filosofía: Foucault, Sontag, Butler, Mbembe” ponía ritmo y flow a los textos de estos autores a través de las voces de MC Meya, MC Starr, MC Hábil Harry y DJ, OKP Music.
El colectivo formado por Eva Garrido y Yera Moreno trabaja, desde 2007, en proyectos sobre feminismo, realidad cotidiana, nuevas formas de relacionarse con el cuerpo y todos aquellos elementos que, desde la práctica artística, puedan ayudar a subvertir la realidad normativa.
Desde 2007 materializan estos intereses con talleres, vídeo, exposiciones, performances o instalaciones; la hibridación de espacios, procesos y obras son los elementos clave de su proyecto.
Este colectivo es quien dirige el curso "PERO...¿QUÉ ES QUEER? Cuerpos, sujetos, afectos y otras rarezas en la producción artística contemporánea" en el CA2M, donde, entre otras, participarán Toxic Lesbian o Cabello/Carceller. En este curso buscan explorar las posibilidades del arte, en tanto que productor de ficciones y nuevos imaginarios, para cuestionar la normalidad y situarse en la extrañeza.